El blanqueamiento dental es un tratamiento de odontología estética que tiene por objetivo eliminar las manchas dentales y hacer que la dentición adquiera una tonalidad más blanca y brillante.
Es de especial importancia que los dentistas estén capacitados para el manejo de los agentes blanqueadores, siguiendo un protocolo adecuado de diagnóstico, planificación del procedimiento y mantenimiento de los resultados.
Por otro lado, la población debe concebir este tratamiento como un proceso médico que ha de ser realizado bajo la supervisión de un dentista, y únicamente realizado en la clínica dental.
Seguir una inadecuada higiene oral y el consumo de ciertos productos pueden provocar alteraciones en la tinción dental. Existen distintos tipos de manchas dentales que podemos clasificar como manchas intrínsecas o endógenas y manchas extrínsecas o exógenas.
Dentro de las manchas intrínsecas o endógenas se encuentran aquellas que afectan a los dientes en su fase de formación, antes de que erupcionen en la cavidad oral, causadas por el consumo de determinados medicamentos como tetraciclinas, por hipoplasias de esmalte, deficiencia vitamínica o fluorosis. También se clasifican en este grupo aquellas manchas que aparecen tras la erupción dental, producidas por golpes, fracturas o debido al paso del tiempo por envejecimiento de la dentición, que adquiere una tonalidad más oscura.
Las manchas extrínsecas o exógenas se producen por el contacto de los dientes con agentes pigmentadores, presentes en determinados alimentos, bebidas como el vino, el té y el café, y otros productos, como el tabaco. Estas manchas también pueden producirse tras el uso prolongado de determinados colutorios orales y pastas dentífricas a base de Clorhexidina.
El blanqueamiento dental puede realizárselo cualquier persona que presente oscurecimiento o amarilleo en sus piezas dentales.
Lo importante es que se acuda a clínicas dentales especializadas para que un profesional revise el caso y de la mejor solución para dicho tratamiento.
La clasificación del blanqueamiento dental depende del diente al que se le aplica el procedimiento.
Este tipo de blanqueamiento puede ser de dos tipos diferentes:
Blanqueamiento dental realizado en la consulta odontológica Se lleva a cabo en la clínica dental mediante la aplicación de un agente blanqueador. Es necesario realizar previamente una profilaxis adecuada y revisar que la cavidad oral está sana.
Se trata del método muy eficaz, ya que se maneja una alta concentración del componente blanqueante bajo el control de un dentista.
Blanqueamiento ambulatorio con la supervisión de un dentista. Este método se realiza en el domicilio del paciente, bajo las indicaciones del dentista. Del mismo modo que en el blanqueamiento anterior, es necesario realizar antes del tratamiento una profilaxis y una revisión oral. Se elabora una férula a medida para el paciente en la que se aplicará el agente blanqueador, con el fin de evitar cualquier posible contacto con los tejidos periodontales.
El motivo de la decoloración en dientes no. Este tipo de blanqueamiento se realiza en la consulta dental y consiste en la eliminación de todos los agentes decolorantes y tejido necrótico existente de la cámara pulpar en dientes endodonciados.
Existen dos métodos para blanquear dientes no vitales.
Técnica inmediata El resultado obtenido se observa al instante.
Técnica ambulatoria Se trata de un proceso más prolongado.
También se puede llevar a cabo una combinación de ambas técnicas.
Sin embargo, además de conocer qué es el blanqueamiento dental, debemos saber que este tratamiento no está exento de riesgos. El blanqueamiento dental es un tratamiento que, a pesar de obtener generalmente resultados satisfactorios, conlleva una serie de riesgos. Es obligación del dentista informar sobre ellos para que sean considerados previamente a la realización del blanqueamiento dental.
Entre los posibles riesgos del blanqueamiento dental se encuentran las reabsorciones cervicales, la sensibilidad gingival y la sensibilidad dentaria post-operatoria.
Para reducir potencialmente los efectos adversos, es necesario cumplir con las medidas de seguridad biológicas necesarias, utilizando las concentraciones apropiadas según cada técnica y siguiendo los tiempos de exposición adecuados.
Es importante tener cuidado las 72 horas posteriores a la fase de tratamiento Es por ello que se recomienda realizar una “dieta blanca” es decir comer y beber productos que no pigmenten en exceso ni que tengan colores fuertes. Es el caso del té, vino, chocolate, frutos rojos, café, la soja, etc.
Una vez que han pasado esas 72 horas ya no hay que hacer cuidados especiales después del blanqueamiento dental y se puede hacer vida normal.
Los resultados son estables a largo plazo, pero no inalterables. Con el paso del tiempo el diente envejece y se va oscureciendo. El grado y velocidad de envejecimiento del diente va a depender de los hábitos del paciente.
El blanqueamiento dental definitivo no existe ya que va a depender de cada persona y de cómo cuiden sus dientes.
Con ello conseguimos rejuvenecer nuestra sonrisa y mejorar de forma espectacular su estética.
A partir de ese momento tenemos que ser conscientes de que por muy exquisitos que queramos ser con nuestros hábitos de higiene y cuidadosos con los alimentos que ingerimos es inevitable que, por el mero hecho de vivir, según vayan pasando los años nuestros dientes podrán ir adquiriendo tono de forma natural.